Webmasters:
Wanderlino Arruda
Djalma Souto




 

El poder mayor

Wanderlino Arruda

Vivimos en un mundo lleno de poderes, cada cual queriendo ser más poderoso, más influyente. Cada poder desea marcar presencia, dictar normas, ser más importante. Unos llegan al cúmulo de postular la omnipotencia, igualarse al poder de los poderes con la tentativa de auto divinización.
Y como quien puede más o menos puede, allá va mando y más mando por sobre los que mandan menos o sobre los que no mandan nada, principalmente sobre éstos, la gran mayoría que sólo vive para obedecer, casi todos nosotros, pobres mortales. ¿Y qué es el poder en un país, donde al fin, nadie sabe quién manda?
En la Edad Media, cuando el mundo parecía ser o era menor, al menos había una menor población era pequeño. Existá en verdad, el poder religioso y el poder de la nobleza, algunas veces matizados por el poder de la universidad, diluido entre los dos. Dónde no tuviera la púrpura estaría solamente la obediencia o subyugado o amarrado al coche de la fuerza. El pueblo, lo que sobraba sólo tenía derecho al sacrificio, a la paciencia, a la espera eterna por el premio de la eternidad, después de la muerte física, esta que, hasta cierto punto, todavía podría ser determinada por los que dominaban el mando. Antes de la Edad Media o después de ella en muchos casos todavía era peor, con el poder prácticamente absoluto.
El mundo mejoró, el pensamiento se deslizó para cerebros menos poderosos. Irrigado por sangre menos azul y menos regadas por unciones privilegiadas, el poder intelectual salió de las universidades, distribuidos por los estudios del arte o por las tipografías quedó más suelto, más libre, con cierta autonomía. Se pensó, entonces en la fraternidad, causa tan antigua, pero olvidada. Se pensó en la igualdad, derecho tan soñado, pero siempre dejado en plano fuera de expectación. La mejoría del mundo no podría venir sino después de grandes sacrificios, de mucho martírio, de pesadas bajas en todas la clases, incluyendo las siempre dominantes. Y el poder fue distribuido, con lenta distribuición.
Vino el poder militar, en la medida que los ejércitos fueron siendo organizados, tomando nueva conciencia de mando. Vimos el poder económico con el desarrollo de los transportes, de la industria y del comercio, de los medios de producción en fin. Vino el poder de la comunicación multiplicado y usado con buenos y malos propósitos, guía de la libertad o mentor de los abusos de otros poderes. Apareció el poder intelectual y mecánico de la ciencia, surgió, como nunca, el poder de la cultura a través de todas las artes más cerca del hombre común. Nunca se despreció el poder de las leyes justas o injustas, principalmente después que el mundo se acható para recibir todo el peso de una coacción legal que aparece increiblemente de todos los lados. ¿Y el poder de la tecnocracia? De este es necesário hablar...
Como la vida no nos es dada hecha, al contrario, nosotros tenemos que hacerla, recrearla seguida con todo nuestro poder de creatividad todo queda más difícil, más sufrido hasta para los que ya nacen en el centro del poder. Considerando todavía el poder de la ética, antes invisible, pero de los más importantes para la existencia normal del hombre y de la sociedad, la vida constituye un desafío a los que gustan vivir y vivir bien con su consciencia. Con tanto poder, la anarquía, la verdad, nunca puede asumir totalmente su papel y, tal vez, sea esto hasta bueno, para tristeza de muchos... Lo que salva tanto poder es que, queriendo o no queriendo, somos dominados por una fuerza mayor, directora de nuestros destinos: El poder de Dios!

 


AMAR
Wanderlino Crônicas
Wander Poesias
Ebooks
Academia de Letras
Aclecia
Automovel Clube
Charme
Elos Clube M. Claros
Esperanto
Espiritismo Online
Folclore Brasil
Fundacao Marina
História de M. Claros
História M. Claros
IHGMC
Links Espíritas
Literature
Montes Claros
Poema Virtual
Poetry Poem
Rotary Club
Tripod

Wanderlino
Wanderlino.net